En Sinomaly, donde nuestra especialización se centra en la producción de cemento, adaptamos los molinos verticales agitados para satisfacer una amplia gama de necesidades industriales. Son particularmente efectivos en la recuperación de componentes valiosos de los relaves mineros, en aplicaciones de metalurgia de polvos y en la gestión de escorias metalúrgicas.

Ofrecemos molinos de varios tamaños, con potencias que oscilan entre 220 kW y 3000 kW, diseñados con un enfoque en la máxima fiabilidad, seguridad y eficiencia operativa. Comprometidos con la innovación, buscamos constantemente maneras de integrar tecnologías emergentes para mejorar los procesos de producción de cemento. Nuestros molinos verticales agitados no solo mejoran la eficiencia de estos procesos sino que también promueven una fabricación más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

• Nuestros molinos verticales agitados representan una alternativa ecológica significativa frente a los molinos de bolas tradicionales. Reducen el consumo de energía entre un 25% y un 50%, aumentando la eficiencia y la sostenibilidad operativa mientras reducen el impacto ambiental asociado con la energía utilizada en la molienda.
• Estos molinos están diseñados pensando en la longevidad. Incorporan un sistema de lubricación automática para sus componentes rotativos, garantizando un funcionamiento óptimo por hasta dos décadas con mínima necesidad de mantenimiento. Esto asegura una inversión duradera y rentable para operaciones continuas.
• Utilizan un acoplamiento elástico de una sola pieza que simplifica la estructura general del molino. Este diseño no solo es ideal para espacios limitados por su compactibilidad, sino que también reduce la posibilidad de fallos en los componentes, asegurando un rendimiento fiable y prolongado. La construcción del molino está enfocada en minimizar los puntos potenciales de avería mediante un elemento de acoplamiento unificado.
• Equipados con tecnología de controlador lógico programable, nuestros molinos facilitan una configuración sencilla y un monitoreo continuo de las operaciones. Este sistema de control no solo permite un arranque ágil, sino que también posibilita el seguimiento en tiempo real, optimizando así la funcionalidad y eficiencia del proceso de molienda.